martes, 26 de agosto de 2014

"Un saco de huesos", por Stephen King (Dani Filth)

Muchas gracias a Dani por aceptar la invitación. Es un regalazo para mí traeros su reseña de "Un saco de huesos", de Stephen King, para la lectura conjunta organizada en el blog. Bienvenido. Que sea la primera de muchas.


Stephen King es un autor que no necesita presentación porque es conocido incluso por aquellos que nunca han leído alguno de sus libros. Por desgracia, pertenecíaa esegrupo (los que sólo lo conocen por las pelis basadas en sus historias y por el renombre que se ha labrado con el paso del tiempo).Portanto, cuando Mara propuso la lectura conjunta de Un Saco de Huesos me apunté sin dudarlo, era la oportunidad de apreciar, degustar y de poder descubrir este afamado escritor a través de su obra.

Un Saco de Huesos es la historia de Michael Noonan, escritor de novelas, que recibe la nefasta noticia del fallecimiento de su esposa Johanna. A partir de aquí la historia se centra en las vicisitudes y el amargo periplo de Mike: “seguir su vida adelante” en medio de un duelo desgarrador, desolador, triste y cruel, así como un sinnúmero de eventos misteriosos que se desarrollan en su cabaña de Sara Risa.

“¿Y si la muerte nos vuelve locos? ¿Y si sobrevivimos a ella pero nos vuelve locos?”

Lo primero es una aclaración que considero prudente transmitir: un Saco de Huesos es una historia con un desarrollo pausado (o lento como otros prefieren llamarlo) con un despliegue de muchos detalles (y por ende muchas páginas) con la finalidad de envolvernos en un trepidante desenlace. Advertidos estáis.

Pasado este inciso puedo decir que he experimentado todo tipo de sensaciones (intriga, miedo, impotencia, agobio, etc)  y un sinfín de reflexiones de todo tipo. La forma en que el autor nos transmite el dolor de Mike por la muerte de Jo es magistral (triste y muy dolorosa) así como la forma en que nos relata todos los fenómenos paranormales que suceden a su regreso a la cabaña en Dark Score Lake (Sara Risa), donde más de uno me puso los pelos de punta (leyendo a la una de la madrugadacualquiera se sobresaltaría). Las pesadillas que tiene Mike son horrorosamente perturbadoras.

Disfruté mucho con los giros inesperados de la historia, sobre todo en los momentos donde intuía el curso de la tramay a continuación, ¡zas!, King introduce un elemento nuevoque hace la historia más compleja.

Otro aspecto que me ha fascinado es el hecho de que el protagonista es un escritor, por tantola cantidad de guiños literarios (y no literarios) es impresionante y un gran regalo para los lectores,permitiéndome conocer sus autores favoritos y sus gustos literarios.

“Dentro de cien años –había dicho- los críticos literarios de mediados del siglo XX se avergonzarán de haber ensalzado a (D.H.) Lawrence y despreciado a (W.Somerset) Maugahm.

En fin, un libro que he disfrutado mucho y estoy seguro que será el inicio de muchas lecturas del gran Stephen King. Me despido con una canción: Put your light on de Carlos Santana conEverlast.

“Cause there's a monster living under my bed
Whispering in my ear
There's an angel, with a hand on my head
She say I've got nothing to fear”

martes, 19 de agosto de 2014

"La cena de los caníbales", por Fer Carredano.

“La cena de los caníbales” me ha dejado con sensaciones encontradas. Creo que es una novela que yo no he sabido leer, porque después de más de trescientas páginas, sigo sin adivinar cuál era la intención del autor con esta obra: si dibujar un retrato afilado y certero de cierto mundillo o si en realidad, la idea era crear una sátira llena de cinismo de ése mismo universo. Se trate de lo primero o lo segundo, yo no he conseguido hacerme con ella.

En  “La cena de los caníbales” nos adentramos en el microcosmos que se esconde tras las cámaras de televisión. De la mano de su protagonista, Desiré Juárez, visitamos las entretelas de la empresa Kreativos Kanarios, una pequeña productora canaria en la que entra a trabajar como guionista.

El punto de partida es la cena de Navidad de la empresa. Desde ahí, y a través de constantes flashbacks, iremos acompañando a Desiré en diferentes momentos de su vida, no sólo aquellos relacionados con su incorporación a la productora, sino también de su infancia y juventud en Venezuela. Y ése juego a dos bandas perjudica a la narración, que pierde pulso y tensión cuando se adentra en la vida anterior de la protagonista. Su relato sobre el desarraigo queda un tanto colgado del resto de la trama, aunque reconozco que el tono usado en esta parte de la historia me ha resultado más agradable que el resto.

Y es que si algo me llamó la atención nada más empezar la novela, fue el estilo de Fer Carredano. El autor imprime en su narración una prosa contundente, violenta (en la forma, no en el contenido), tremendamente ágil. Pero la forma de expresarse de los personajes me ha resultado cuanto menos, chocante. El narrador omnisciente se mete tanto en su labor que revela, de forma literal, pensamientos, recuerdos. Y te sorprende igual con una frase hermosísima, de ésas que subrayarías; que con una frase tan vulgar que roza el desagrado.

La construcción de personajes, aunque correcta, se articula en torno a una serie de constantes que se repiten en todos ellos: deseo de poder, sexo y drogas. No siempre en este orden. A excepción de la protagonista, a la que conocemos más en profundidad (aunque aún así yo no conseguí empatizar con ella), el resto de personajes se mueve en la misma tónica: son mentirosos, trepas y sin escrúpulos. Seres desagradables, que se expresan de forma igualmente antipática, y que con los que cuesta hacerse.

Y ése final… Había leído muchas cosas sobre él, pero muchos coincidían en que era la mejor parte del libro, una especie de colofón brutal a la trama tejida durante 55 capítulos, que no son pocos. Debe ser que tampoco debí leer con mucho acierto ésas opiniones porque el tramo final es un absoluto despropósito que me dejó la sensación de que, efectivamente, no estaba leyendo la novela con el tono adecuado y que, desde el principio, todo había sido una especie de broma. Imagino que el lector que se acerque a esta novela, y la lea desde el principio captando ése tono corrosivo, la disfrutará más que yo.


Es, por tanto, una novela cuyo disfrute dependerá mucho de vuestra percepción, vuestros gustos y vuestra sensibilidad. En mi caso no ha terminado de gustarme, pero aún así, os animo a descubrirla bajo vuestro prisma, a ver qué os parece. Siempre es interesante volver a leer una novela con otros ojos. 

lunes, 11 de agosto de 2014

"Un monstruo viene a verme", por Patrick Ness.

“Un monstruo viene a verme” es una novela que, seguro, habría encantado a Siobhan Dowd. De ella fue la idea original que inspiró a Patrick Ness y para ella es esta novela. Que no es sólo eso. Más que un libro, más que letras y capítulos, más que cualquier otra cosa, “Un monstruo viene a verme” es un manojo de sensibilidad nada sensiblera, una auténtica rareza en estos tiempos que corren.


Connor vive con su madre enferma. Y una noche, pasadas las doce, el tejo del jardín, ése árbol gigantesco, se convierte en un monstruo y le visita. Le promete tres historias. Después, será él quien habrá de contarle una cuarta.

Con ésa premisa tan sencilla y amparada bajo el parapeto de novela juvenil, la obra de Patrick Ness juega a la simpleza, y pretende, aparenta, ser algo que no es. Porque si uno tiene la sensibilidad suficiente para leer más allá de su prosa ligera y desenfadada, se encontrará con una metáfora absolutamente conmovedora, hermosísima, sobre la soledad y el miedo, sobre la crueldad residente en la infancia y adolescencia, sobre lo estúpidos que somos a veces los adultos.


Las ilustraciones en blanco y negro de Jim Kay aportan al texto una fuerza increíble, por lo que si consideráis haceros con la novela, os recomiendo la versión de la editorial DeBolsillo, que aunque tiene una portada más oscura, y quizá menos atractiva a primera vista, contiene estas ilustraciones que no aparecen en la reedición de Nube de tinta. Yo, que soy un alma débil, he terminado comprando las dos...

Leedla, leedla, leedla. De hecho, ya se está haciendo la película. Y aunque yo confío ciegamente en las prodigiosas manos de Juan Antonio Bayona, será difícil plasmar en la gran pantalla toda la belleza que hay en las páginas de Patrick Ness. Y cuando hayáis visto la película, os dará pereza leer el libro. Y entonces os habréis perdido una magnífica historia. ;)

lunes, 4 de agosto de 2014

"El nadador", por Joakim Zander.

“El nadador” ha sido una lectura extraña, que empecé con muchas ganas, que se me atragantó hacia la mitad y que terminé devorando con fruición. Mentiría si dijera que me ha entusiasmado. Dudo que sea una de ésas novelas que recuerdas pasado cierto tiempo, no tiene dentro material para dejar poso. Pero tampoco lo pretende.

Lo primero que me sorprendió fue la contundencia de la prosa empleada. Alternando capítulos narrados en primera persona con capítulos en manos de un narrador omnisciente, son los primeros los más llamativos. Un estilo directo y ágil, propio del thriller, pero dotado a su vez de una especie de trasfondo doloroso, casi lírico. Una prosa tan contundente que desluce aquellas partes más próximas a la narrativa del thriller convencional, provocando una alternancia que, a mi parecer, rompe constantemente el ritmo de la novela.

Eché de menos, conforme se va desarrollando la novela, un dibujo del marco histórico algo más definido. Si bien es cierto que los hechos que suceden tienen lugar dentro de conflictos que son conocidos para todos, se echa en falta ésa sensación de que ha habido una previa labor de documentación y una contextualización más intencionada. Los diversos saltos temporales (y espaciales) hacen que la sensación de desconcierto sea aún más marcada.

No he encontrado tampoco en “El nadador” unos personajes destacables. Se me antojaban más bien planos, con demasiada adrenalina y faltos de más profundidad emocional. La construcción de los protagonistas, creo, se toma demasiado tiempo y es de la mitad en adelante cuando uno se encuentra realmente en conexión con ellos. El más destacable me ha parecido aquel cuyos capítulos se narran en primera persona, un personaje que sí está lleno de fuerza y emotividad y que, como ya hemos mencionado, termina por devorar al resto.

En cuanta a la trama en sí misma, es cierto que a partir del giro que parte la historia por la mitad y que yo, personalmente, no me esperaba, la novela coge más ritmo, se equilibran las sensaciones entre unos y otros capítulos y uno se desliza hacia el final casi sin darse cuenta. Un final algo descafeinado, en mi opinión.

No es, desde luego, una novela que recomendaría alegremente. Hay una atmósfera de tristeza que lo impregna todo, una narración algo alejada del thriller de manual, y una sensación de que la historia, en general, no terminó de cuajarse. Como una masa que no ha sido puesta a reposar el tiempo suficiente y luego, no termina de subir, ni de estar sabrosa, ni de ser redonda.

viernes, 1 de agosto de 2014

"Yo antes de ti", por Jojo Moyes

De vez en cuando, MUY de vez en cuando, surge una novela como “Yo antes de ti”. Una novela que genera sensaciones positivas, que nacen en la blogosfera como un murmullo y se extienden como la pólvora, hasta convertirse en una presencia ensordecedora. Cuando una novela triunfa porque hay tras ella un impecable trabajo de márketing, se nota. Cuando lo hace porque tiene alma, también. La novela de Jojo Moyes, publicada por Suma de Letras, entra dentro del segundo grupo.

“Yo antes de ti” es la historia de Will y Lou, dos seres distintos, que provienen de mundos totalmente opuestos aunque ubicados en el mismo entorno. Ella necesita un trabajo y él, alguien que le devuelva las ganas de vivir. Así escrito, suena tan tópico… No lo es. Will y Lou no son personajes bien construidos y ya está. Es que están tan bien dibujados que tienen entidad propia, son casi físicos, hay aliento de vida en ellos. Te los crees. Una característica extensible a los secundarios: unos torpes, otros algo esperpénticos, nada que no se encuentre uno en cualquier familia normal.

Jojo Moyes escribe con sencillez, los diálogos  resultan naturales, ni rastro de artificio. Su escritura es un mero vehículo para contar la historia que quiere contar, para dejarla fluir...

¿Habéis visto “Intocable”, la película francesa? Cuando empecé a leer “Yo antes de ti” mencioné que había mucho de ella en la novela.  Y vaya si lo hay. Ambas comparten a un protagonista tetrapléjico, un ayudante que cambiará su vida y una ambientación formidable. Pero comparten, sobre todo, ésa pátina de humor sutil, delicioso, que impregna el conjunto y lo dota de una suave amabilidad que, sin embargo, no se usa para maquillar la cara fea del asunto.

“Yo antes de ti” contiene tanto en su interior que no cabría aquí. Te obliga a plantearte ciertas cuestiones, a imaginar qué harías tú si… Te obliga a ver cosas que antes no veías: un bordillo insalvable, un aparcamiento imposible, una rampa que no tiene sentido donde está. Aborda también temas más ásperos. El derecho a vivir dignamente. Y a morir de la misma forma. Y lo hace con valentía y sin pudor, sin saña ni paños calientes.

¿Le pondría algún “pero”? SÍ. Definitivamente sí. Ésa portada injusta, más propia de otros géneros. En otra época, cuando no había reseñas ni teníamos todo tan a la mano, no habría tocado el libro ni con un palo. El color y el diseño parecen más próximos al chick lit (un género que personalmente odio MUCHO) y no. Por mucho que Lou sea algo estrafalaria y un poco Bridget Jones. No. Es injusta. Mirad otras portadas de otros lugares del mundo y morid de envidia.



“Yo antes de ti” es una novela para leer con una sonrisa en los labios y un nudo en la boca del estómago, una combinación casi imposible que, sin embargo, aquí se logra con una facilidad pasmosa. Leedla cuanto antes. Seguro que enseguida viene alguien que hace una película y lo estropea todo. ;)

Gracias a Suma de Letras y OMeuCartafol por el ejemplar.